Madre,
ser maravilloso que sabe dar vida y brindar alegrías,
la que nunca me niega sus manos tan tibias,
la que solo obsequia dulces melodías,
la que seca mis lágrimas y entrega caricias,
la que ampara tristezas y regala sonrisas,
la que con dulce palabras alienta mis días.
Madre,
la que oculta lamentos y llora en secreto,
la que siempre te apoya en malos momentos,
la que me acuna en sus brazos que son tan inmensos.
Madre,
me mostraste caminos marcando tu huella
y perfumaste mi alma con la flor más bella.
Me enseñaste a amar la vida
y a valorar las cosas sencillas.
No existe en el mundo persona más bella,
como la que tengo conmigo que es la única reina.
Gracias madre por tener esa paciencia.
Gracias madre por ser mi consejera.
a ti te agradezco por ser tan sincera,
tan mujer, tan amante, tan amiga.
Por ser mi eterna luz de vida.
A Dios le doy gracias
por tenerte hoy en día
y poder compartir contigo
mi humilde poesía.
(Barbara R. Barrios)
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