Tengo yo un niño que me espera
Un niño que me piensa,
que juega y canta sin parar.
Veo yo su vida en su sonrisa,
como se va de prisa,
queriendo detenerla .
Tiene él una mirada fiel,
y también un corazón de miel .
Y soy un hombre muy afortunado,
tengo la dicha de tenerle a él
Le enseñaré a descubrir tesoros,
pues él será el amigo que soñé.
Y después que no me necesite,
y alcancé las estrellas,
y pueda andar sin preguntar.
Lo veré como me vio mi padre,
cuando tomé en la calle,
tejiendo sueños sin parar.
Tiene él una mirada fiel,
y también un corazón de miel.
Y soy un hombre muy afortunado,
tengo la dicha de tenerle a él
Le enseñaré a descubrir tesoros,
pues él será el amigo que soñé.
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